La Perfección Verde de México
El guacamole es la prueba de que la simplicidad puede ser sublime. Aguacates maduros, un toque de lima, cilantro fresco y el picante justo. Nació en el México prehispánico y hoy es embajador de la cocina mexicana en cada rincón del mundo. Parece fácil, pero la diferencia entre un guacamole correcto y uno extraordinario está en los detalles.

Corta los aguacates por la mitad, retira el hueso y extrae la pulpa con una cuchara. Colócala en un molcajete o bowl.
Añade sal generosa y comienza a machacar. La textura debe ser rústica, con trozos visibles, nunca un puré liso.
Incorpora la cebolla, el chile y el ajo (si lo usas). Mezcla suavemente.
Añade el tomate y el cilantro, integrando sin machacar demasiado.
Exprime el zumo de lima generosamente y mezcla una última vez.
Prueba y ajusta sal, lima y picante según tu preferencia.
Sirve inmediatamente con totopos recién hechos.
Guacamole de taquería legendaria
Los mejores guacamoles de México tienen secretos sutiles que marcan la diferencia.
El secreto de un guacamole perfecto está en la sal y la lima: añade más de lo que crees necesario de ambos. El aguacate es graso y necesita ácido y sal para brillar. Prueba, ajusta, y cuando creas que está bien, añade un poco más de lima.